Oscar Müller Creel
Oscar Müller es Doctor en Derecho y tiene el grado de Maestro en Administración de Justicia y candidato a maestro en periodismo. Es originario de la ciudad de Chihuahua, México. Es colaborador en Radio Claret América de Chicago Illinois, en temas de Derechos Humanos y Administración de Justicia y sus columnas de opinión se han publicado en el periódico Hoy del grupo Tribune Publishing Company de Chicago Illinois EUA, la cadena noticiosa Hispanic Digital Network de CISION, así como en el Heraldo de Chihuahua del grupo Organización Editorial Mexicana. Ha escrito libros sobre Derechos Humanos y Ética del Abogado, así como artículos científicos en Universidades de México, Colombia y España. Correo: [email protected]
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El círculo de los días, de Ken Follett.
Por: Oscar Müller C. Stonehenge es un misterio, enormes piedras acomodadas en círculos que representan un monumento creado hace más de 5000 años, la mayoría de estas fueron llevadas hasta ahí desde una zona ubicada cerca de 38 kilómetros de distancia. Muchas dudas existen sobre quiénes lo construyeron. ¿cuál era su finalidad? Y, sobre todo, ¿cómo hicieron para trasladar esas enormes piedras a tan larga distancia, gente que no contaba con los elementos que hoy tenemos para realizar obras de esa magnitud? Es por esto que la novela histórica de Ken Follett, El círculo de los días, adquiere mayor valor al relatarnos la historia ficticia de los personajes que lograron tales logros. Geográficamente nos ubica 5000 años atrás, en las llanuras de lo que ahora se conoce como Salisbury y nos centra en cuatro grupos que habitaban aquella región: los mineros, con poca trascendencia en el desarrollo de la novela; los pueblos que vivían en el bosque y que son descritos como los más atrasados; los agricultores, que tenían una vida muy dura haciendo que el campo produjera sus satisfactores y un grupo intermedio, el de los ganaderos, que vivián de la crianza del ganado vacuno, en los pastizales de la llanura, de este grupo se desprende uno pequeño, pero de élite, que eran las sacerdotisas. La novela gira alrededor de la vida de tres personajes principales: Seft, quien iniciara de joven, como minero de silex, que era la piedra con la que los grupos de aquella región construían sus herramientas, pero que luego se convierte en una especia de hombre útil para el grupo de los ganaderos, donde se incorpora, al inventar nuevas formas de tratar la madera y las piedras, forma un grupo con esas habilidades en su comunidad. Este personaje representa al ingenio y el trabajo. Neen; la mujer a la que ama Seft, que simboliza el equilibrio y la esperanza, entre los clanes de ganaderos. Joia, la hermana de Neen, una sacerdotisa idealista, con capacidad de liderazgo cuya visión de un espectacular monumento de piedra (Stonehenge) se convierte en el motor de la ambición colectiva y la obra de la vida de Seft. Las sacerdotisas eran esenciales para la vida, la capacidad de contar de las personas comunes estaba limitada a los dedos del cuerpo, por lo que solo podían referirse a números limitados, En tanto que las adivinas, tenían una capacidad para contar muy superior y eso les permitía calcular los días que implicaba cada ciclo solar o lunar y por esto, podían predecir los fenómenos naturales, que se daban en la tierra, como: las migraciones de los animales, la maduración de los frutos o los ciclos de lluvia. Esta capacidad las hacía especialmente valiosas, no solo para los ganaderos, sino para todos los demás grupos. Follet nos plantea una serie de personajes no exentos de las pasiones humanas y nos describe las guerras que entre los distintos grupos se desatan por la posesión de las tierras, el acceso al agua y las envidias. El monumento alrededor del cual las sacerdotisas realizan sus ritos y, al mismo tiempo, el cálculo de los días y las estaciones, era de madera y al ser incendiado en una guerra, la líder se propone crear un monumento de piedra, serán Joia, con su liderazgo y Seft, con su inventiva, quienes dirigen la titánica tarea de edificar ese monumento que ahora es el asombro de propios y extraños. El libro, al igual que muchas otras obras de Follett, no desilusiona, aunque su final sí nos deja con un poco de duda sobre lo que vendrá, quizá sea la forma como el autor nos deja en suspenso esperando la siguiente entrega.

